Jorge J. Vázquez

Sálvame

No es nuevo. En el corazón de los medios de comunicación nadie o casi nadie escapa a la cólera de esos colegas que se subrogan el manto de cultura, de poder máximo del “éste y aquél no”, de los/as periodistas perfectos/as. Pero, claro, se puede engañar un día, dos o tres pero toda la vida no. Jorge Javier Vázquez (JJV) tiró bien de la manta el sábado en La Noria. Vayan a la web de la cadena y escuchen la entrevista de Jordi González. Los días de éxitos indudable que vive JJV le ha dado alas y le anima a decir lo que, seguramente, nadie se atrevería a señalar en una situación de precariedad laboral. JJV, denostado por muchos y premiados por otros, se ha convertido en un habitante fijo Telecinco y el programa que presenta, “Sálvame”, alcanza cotas diarias de audiencia que pone de los nervios a quienes, en lugar de cambiar de canal, se proclaman gurús del periodismo, no pueden con el éxito ajeno y se enfadan.

Estos son los que se dedican a pontificar sobre lo que está bien y lo que está mal y en ese sacerdocio delirante, vetar el Premio Ondas que un jurado le ha concedido a JJV. Lo contó el sábado. Carles Francine, el mal sustituto de Gabilondo, presentador de la gala de entrega de los Ondas, se negó a presentar esa noche a JJV alegando, más o menos, quién coño es éste (JJV) para ser premiado por nadie… Lo malo es que la estrella catalana de la Ser y su coro de palmeros amanece el día con discursitos de mesura y tolerancia pero justo cuando tienen que escenificar la mesura y la tolerancia que proclaman, la cagan, con perdón. Por eso me parece bien que JJV haya contado lo que contó porque, si quien hace el relato es un recién despedido, la denuncia pierde crédito. A muchos le puede gustar o no la trayectoria del popular presentador de “Sálvame”, pero eso no le otorga patente de corso a nadie para censurar la decisión unánime de un jurado. Cuando está el juego el trabajo en un medio de comunicación y en otros ámbitos, nadie mueve un dedo, temeroso de la reacción de los jefes por eso me ha parecido un buen ejercicio el de JJV quitándole la careta a personajes que tienen dos discursos. Francine, por lo que contó JJV, uno de ellos.

La segunda andanada de la noche tuvo como destinataria La Gemio, Isabel, la de “Sorpresa, sorpresa”. Envalentonado como estaba JJV en “La Noria” cuándo le preguntaron sobre las presentadoras con las que había trabajado, cargó la escopeta. Cuando saltó el nombre de Isabel Gemio el presentador de “Sálvame” resopló, sopesó, miró y… “¡venga; voy a contarlo…!”, sentenció. Una imagina en ese momento a La Gemio detrás del sillón, debajo de la mesa o escondiéndose de sí misma con esa sonrisa tan fingida como la suya. Contó JJV la mala experiencia que supuso trabajar con ella pero una frase sintetizó su sentimiento: “Es tan mala persona como profesional…”. ¡Uf!.

Sinceramente es lo mas duro escuchado públicamente entre dos profesionales de la comunicación televisiva. En pequeños círculos he escuchado cosas impublicables, claro… Trata mal a sus compañeros y es mal querida…Quienes hace tiempo que tenemos calada a que se ha creído la salvadora del mundo y tiene una carrera profesional cargada de coherencia la única sorpresa fue escuchar su mismo pensamiento en un programa estrella; a los que debutaron el sábado en esa certeza se le apagó una estrella. “Te doy mi palabra”, como dice su mediocre programa de radio. En fin, que como se abra la veda y a la gente se le suelte la lengua vamos a pasarlo pipa. Lo que yo les diga