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jueves, 21 de enero de 2010

LA ORQUESTA FILARMÓNICA DE LONDRES LLEGA A GRAN CANARIA BAJO LA DIRECCIÓN DE SU TITULAR, VLADIMIR JUROWSKI.


LA ORQUESTA FILARMÓNICA DE LONDRES LLEGA A GRAN CANARIA BAJO LA DIRECCIÓN DE SU TITULAR, VLADIMIR JUROWSKI


Gobierno de Canarias / Consejería de Cultura.-

El 26º Festival de Música de Canarias llega a su ecuador con la participación de la London Philharmonic Orchestra, dirigida por Vladimir Jurowski; la formación británica ofrecerá dos programas en la edición 2010 del Certamen que contarán con la presencia estelar sobre el escenario de dos soberbias solistas: la violinista Carolin Widmann, que interpretará el Concierto para violín nº 1, de K. Szymanowsky, completando el primer programa los “Cinco fragmentos para orquesta” y la Sinfonía nº4 de Shostakovich . Este concierto tendrá lugar el viernes 22, en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria.
La propuesta tiene el sello de uno de los clásicos de la música polaca del siglo XX y la impronta del más grande de los compositores rusos de la pasada centuria, representado aquí por dos obras infrecuentemente programadas.

El segundo concierto que se celebrará el sábado 23 en el Alfredo Kraus, comenzará con los sonidos de la obra del compositor Mark-Anthony Turnage, estreno mundial por encargo del Festival; proseguirá con el Concierto para piano nº 3, de L.V. Beethoven; despidiéndose de los escenarios canarios con la Sinfonía nº 4, de Prokofiev.
primer programa: Dos miradas hacia el este, Rusia y Polonia
Al hablar de la música en Rusia en el siglo xx, es inevitable mirar hacia las consecuencias de la Revolución de octubre de 1917, que acabó con el Imperio y condujo a la conformación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. La nueva organización política tuvo influencias inmediatas sobre la cultura, y afectó profundamente a la música con el paso del tiempo. La preocupación en este sentido debía ser la perpetuación de un arte con raíces en la clase trabajadora pero con fines educativos, y para conseguirlo era necesario renovar por completo las artes.
Algunos cambios legislativos en 1932detuvieron bruscamente la evolución de los años anteriores, llevaron al silenciamiento de compositores hasta entonces importantes y condujeron al control absoluto con la fundación de una Unión de Compositores soviéticos afiliados al gobierno que debía sustituir las asociaciones independientes anteriores. En consecuencia, toda obra musical debía enmarcarse dentro del denominado “realismo socialista”
No tardarían en afectar estos cambios de planteamientos a una pieza clave en la música rusa posterior a la Revolución como Dmitri Shostakovich (1906-1975), principal protagonista del momento gracias a su música, pero también a sus buenas relaciones con el régimen y su firme compromiso con las obligaciones educativas y sociopolíticas de los compositores. No obstante, el respeto a las tesis comunistas en este creador no estaba reñida con la admiración a creadores foráneos mal vistos como Gustav Mahler, y esta realidad no tardaría en provocarle el recelo de los censores –quienes valoraban negativamente además que no estuviera afiliado al Partido–, hasta el punto de que no pudo estrenar su Sinfonía nº 4 hasta después de la muerte de Stalin.
Un antecedente claro se encuentra en el estreno de la obra Ledi Makbet Mtsenskovo Uyezda [Lady Macbeth de Mtsensk], que contó con una acogida inmejorable del público en Moscú y Leningrado, pero se estrelló contra el muro de la oficialidad en 1936. Este suceso marcó un nuevo cambio de actitud por parte de las autoridades, y Shostakovich debió tener más cuidado, y como ejemplo tuvo que esperar hasta 1961 para poder estrenar la colosal Sinfonía nº 4 en Do menor, op 43, bajo la dirección de Kiril Kondrashin. Acabada en 1936 después de haberla empezado dos años antes, la música era una libre introducción en asperezas occidentales impropias del realismo socialista, conjuntando igualmente una orquestación especialmente densa y una larguísima duración de alrededor de una hora.
Formalmente, la Sinfonía se articula en tres movimientos, entre los cuales el primero –“Allegretto”– podría ser entendido por sí solo como una sinfonía independiente. Se trata de un fragmento lleno de fuerza expresiva en el que alternan la masa orquestal y pequeños grupos instrumentales –influencia clara de Mahler–, donde la música gira en torno a un tema característico que aparece en los metales muy pronto. El segundo movimiento –“Moderato”– por su parte, es un descanso necesario después de la vitalidad precedente, con una escritura singularmente lineal, una armonía a veces ácida y multitud de toques irónicos integrados en una paleta de recursos amplia. El “Finale” subsiguiente es el más personal del autor, articulado en varios submovimientos internos con origen en la marcha fúnebre del “Largo” con el que comienza, durante los cuales se refleja –según sus Memorias– el silenciamiento que los funcionarios pretendían imponerle, así como las traiciones de sus amigos durante la campaña de ataques contra él y su música.
Para el crítico, Roberto Díaz Ramos, autor del programa de mano de este concierto, “durante el tiempo transcurrido entre las primeras y las últimas notas de esta Cuarta Sinfonía, por último, aún tuvo Shostakovich tiempo para escribir en 1934 un cuadro musical menos pretencioso, los Cinco fragmentos para orquesta, op 42, que muy pocas veces son interpretados y esta noche son una oportunidad para adentrarnos en un Shostakovich diferente del de las sinfonías amplias en duraciones y formatos”.
Segunda mirada: hacia Polonia
Es muy diferente el caso de Polonia, país influenciado por la dominación política y cultural de Rusia hasta el final de la Primera Guerra Mundial, y con el único protagonismo de un Chopin cuya imagen no había superado nadie hasta la llegada de Karol Szymanowski (1882-1937). Es así comprensible que tuviera poco éxito la modernidad durante las primeras décadas del siglo xx, y que este mismo autor tuviera que labrarse su nombre con dificultad aún sin acabar de consolidarlo realmente hasta después de su muerte.
El Concierto para violín y orquesta nº 1, op 35 es una muestra perfecta de sus primeras etapas como compositor, en las que evolucionó desde la atracción hacia Wagner y Strauss hasta los influjos de Scriabin con unos tintes internacionalistas que debió replantease tras la independencia de Polonia –cuando empieza a labrar un estilo que parte de la música popular siguiendo los modelos de Bartók y el Stravinski del periodo ruso–. No en vano, las ondas sonoras estáticas generadas a partir de la densidad de planos a diferentes niveles, remiten en esta partitura al simbolismo de Scriabin sin dejar de lado culturas musicales exóticas como la persa, pasadas por la óptica de Debussy y Ravel.
Es una de las partituras más importantes de unos años de guerra que debió contemplar desde Ucrania, con la que se notan los primeros estadios de una mayor libertad en la escritura de disonancias próximas a la atonalidad, de cromatismos llenos de frescura y de líneas melódicas próximas a lo improvisatorio. Escrito con forma rapsódica en un solo movimiento, el Concierto está inspirado en el poema Noc majowa [La noche de mayo] de Tadeusz Miciński, y dedicado al violinista Paul Kochanski, convirtiéndose en realidad en una suerte de poema para violín y orquesta cristalizado en una de las partituras más sublimes del autor.
Se trata en definitiva de una obra mágica capaz de conectar emocionalmente con el oyente y que aún hoy sigue sin ser valorada con la justicia que merece.
Vladimir Jurowski, director
Nacido en Moscú e hijo del director Mikhail Jurowski, Vladimir Jurowski completó la primera parte de sus estudios musicales en la Escuela de Música del Conservatorio de su Moscú natal. En 1990 se trasladó con su familia a Alemania, donde continuó sus estudios en las Escuelas Superiores de Música de Dresde y Berlín, estudiando dirección con Rolf Reuter y preparación vocal con Semion Skigin. En 1995 efectuó su debut internacional en el Wexford Festival, donde dirigió Maiscaya Noch’ [May Night] de N. Rimski-Korsakov. En el mismo año efectuó su brillante debut en la Royal Opera House Covent Garden con Nabucco. En 1996 V. Jurowski se unió a la compañía de la Komische Oper Berlin, convirtiéndose en primer kapellmeister en 1997 y continuando su colaboración regular con la Komische Oper hasta 2001.
Desde 1997 Vladimir Jurowski ha sido invitado a varias de las entidades musicales mundiales punteras, incluyendo la Royal Opera House Covent Garden, el Teatro La Fenice de Venecia, la Opera Bastille de París, el Theatre de la Monnaie de Brudselas, el Maggio Musicale Fiorentino, el Festival Rossini de Pésaro, el Edinburgh Festival, la Semperoper de Dresde y el Teatro Comunale di Bologna –donde fue principal director invitado entre 2000 y 2003–. En 1999 efectuó su debut en el Metropolitan Opera de Nueva York con Rigoletto.
En enero de 2001 Vladimir Jurowski asumió el puesto de director musical del Glyndebourne Festival Opera y en 2003 fue nombrado principal director invitado de la London Philharmonic Orchestra, convirtiéndose en su director principal en mayo de 2006. También tiene el puesto de artista principal de la Orchestra of the Age of Enlightenment y entre 2005 y 2009 fue el principal director invitado de la Orquesta Nacional Rusa, con la que seguirá trabajando en el futuro.
Vladimir Jurowski ha efectuado con gran éxito su debut al frente de varias orquestas de primer nivel mundial como la Berliner Philharmoniker, Rotterdams Philharmonisch Orkest, Oslo-Filharmonien, Koninklijk Concertgebouworkest, Gewandhausorchester Leipzig, Chamber Orchestra of Europe y Staatskapelle Dresden, y en los Estados Unidos con Los Angeles Philharmonic, Pittsburgh Symphony y la Philadelphia Orchestra. Puntos álgidos de la temporada 2009-2010 y después de esta serán sus debuts con la Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks, Chicago Symphony y la Cleveland Orchestra, y su retorno al frente de la Berliner Philharmoniker, Koninklijk Concertgebouworkest, Tonhalle Orchester Zürich, Accademia di Santa Cecilia, Staatskapelle Dresden y la Philadelphia Orchestra.
Sus apariciones operísticas han incluido Jenůfa, Pikovaya Dama [Dama de Espadas] y Hänsel und Gretel en el Metropolitan Opera House de Nueva York, Parsifal y Wozzeck en la Welsh National Opera, Voina I Mir [Guerra y Paz] en la Opéra National de Paris, Yevgenii Onegin en La Scala de Milán, así como Die Zauberflöte, La Cenerentola, Otello, Macbeth, Falstaff, Tristan und Isolde y Love and Other Demons de Peter Eötvös en la Glyndebourne Opera. Entre sus compromisos futuros cabe mencionar nuevas producciones de Don Giovanni y de Die Meistersinger von Nüremberg y una reposición de The Rakes’ Progress en Glyndebourne y Iolanta en la Semperoper de Dresde.
La discografía de V. Jurowski incluye la primera grabación mundial de la cantata Exile de Giya Kancheli para ECM (1994), L’etoile du Nord de G. Meyerbeer para Naxos-Marco Polo (1996), Werther para BMG (1999), así como grabaciones en vivo de obras de S. Rajmaninov, M. Turnage, P. I. Chaikovski, B. Britten and D. Shostakovich en el sello de la London Philharmonic Orchestra así como Obrucheniye v Monastire [Matrimonio en un monasterio] de S. Prokofiev en el sello de la Glyndebourne Opera. También graba para PentaTone con la Orquesta Nacional Rusa, con ediciones que hasta el día de hoy incluyen la Suite nº 3 de P. I. Chaikovski y el Divertimento de Le baiser de la fée de I. Stravinski, las Sinfonías nº 1 y 6 de D. Shostakovich, la Sinfonía nº 5 de S. Prokofiev y el Hamlet de Chaikovski. Glyndebourne ha editado grabaciones en dvd de sus representaciones de La Cenerentola, Gianni Schicchi, Die Fledermaus y Skupoi Rytsar’ [El caballero avaro] de S. Rajmaninov; otras recientes ediciones en dvd incluyen Hänsel und Gretel desde el Metropolitan Opera de Nueva York y su primer concierto como principal director con la London Philharmonic Orchestra presentando obras de R. Wagner, A. Berg y G. Mahler, editados por Medici Arts.

Carolin Widmann, Violín
Nacida en Múnich, Carolin Widmann estudió con en Colonia, Michèle Auclair en Boston y David Takeno en Londres. Ha ganado premios en varios certámenes de importancia, entre ellos el ‘Kulturförderpreis’ de la ciudad de Múnich, el del Concurso Internacional de Violín Georg Kulenkampff en Colonia (1999) y el del Concurso de las International Jeunesses Musicales de Belgrado (2001). En 1998 Lord Menuhin le dio el ‘Prix du President’ en el Concours International Yehudi Menuhin en Boulogne-sur-Mer, Francia. También ha recibido el ‘Belmont Prize’ de la Forberg-Schneider Foundation en reconocimiento a su dedicación a la música contemporánea.
Carolin Widmann se presenta con regularidad como artista invitada en festivales tan célebres como los de Lucerna, Salzburgo, Schleswig-Holstein, Aspen, Banff, Davos y Bath, Festival D’Automne en París, Festival de Música de Etrasburgo, en las Berliner Festwochen, el Festival de Holanda, de Las Vegas, el de Música de Cámara de Jerusalén y en la Primavera de Heidelberg, donde en 2007 fue directora artística de las series de conciertos Atelier.
Se ha presentado como solista junto a las mayores orquestas de radiodifusión alemanas como la Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks, Gewandhaus-Orchester Leipzig y otras formaciones como la BBC Symphony Orchestra London, Dutch Radio Philharmonic, Orquesta Filarmónica de China en Pekín, Orchestre Philharmonique du Luxembourg y la Orchestra di Santa Cecilia di Roma, colaborando con directores como Riccardo Chailly, Lord Menuhin, Peter Eötvös, Jonathan Nott y Heinz Holliger.
Tanto en recital como en conciertos, Carolin Widmann procura tender puentes entre el repertorio del periodo clásico vienés y del romanticismo y la reciente música contemporánea. Además de ser incesantemente solicitada para interpretaciones de música de compositores contemporáneos como en obras escritas para ella por Wolfgang Rihm, Matthias Pintscher, Jörg Widmann y Erkki-Sven Tüür, y trabajar con György Kurtág, Pierre Boulez, George Benjamin y Salvatore Sciarrino, también siente un sentido de obligación y afinidad con el repertorio tradicional de violín.
Puntos destacados de la temporada 2009-2010 serán su debut con la Tonhalleorchester Zürich –bajo la batuta de Jonathan Nott– y con la London Philharmonic Orchestra –bajo la dirección de Vladimir Jurowski–. Además efectuará una gira por Alemania y Austria con la Junge Deutsche Philharmonie y Sir Roger Norrington. Junto con su hermano Jörg Widmann será artista en residencia en el Kunstfest de Weimar 2010.
London Philharmonic Orchestra
Setenta y siete años después de que Sir Thomas Beecham fundara la London Philharmonic Orchestra, esta es reconocida como una de las mejores orquestas de la escena internacional. Después del influyente periodo fundacional de Beecham, el puesto de director principal de la orquesta ha pasado de un músico insigne a otro, entre ellos Sir Adrian Boult, Bernard Haitink, Sir Georg Solti, Klaus Tennstedt y Kurt Masur. Esta impresionante tradición se ha perpetuado desde septiembre de 2007, cuando Vladimir Jurowski se convirtió en el director principal de la orquesta, y en otro gesto excitante, la formación nombró a Yannick Nézet-Séguin como su primer director invitado desde septiembre de 2008.
La London Philharmonic Orchestra lleva presentándose en el Royal Festival Hall, en el Southbank Centre, desde su apertura en 1951, convirtiéndose en su orquesta residente en 1992. En este complejo toca unas cuarenta veces durante cada temporada con muchos de los más solicitados directores y solistas del mundo. Puntos álgidos de la temporada 2009-2010 serán Between Two Worlds [Entre dos mundos] –una investigación en la música y la época de Alfred Schnittke–, un ciclo dedicado a las sinfonías de J. Sibelius con Osmo Vänskä en enero y febrero de 2010, una interpretación del Elijah de F. Mendelssohn dirigida por Kurt Masur y dedicada al vigésimo aniversario de la caída del Muro de Berlín y obras de estreno de E. Rautavaara, H. Górecki, Philip Glass, Ravy Shankar y el compositor residente de la orquesta, Mark-Anthony Turnage. En el núcleo de la actividad orquestal está la búsqueda de una programación innovadora y un compromiso con la nueva música, con encargos periódicos y primeros estrenos mundiales.
Además de su temporada londinense, la orquesta tiene florecientes periodos de residencias en Brighton y Eastbourne, e interpreta con regularidad a lo largo y ancho del Reino Unido. La London Philharmonic Orchestra se presenta ante públicos entusiastas a lo largo de todo el mundo. En 1956 se convirtió en la primera orquesta británica en presentarse en la Unión Soviética y en 1973 efectuó la primera visita de una orquesta occidental a China. Las giras continúan constituyendo una parte muy significativa de la agenda de la orquesta, que recibe el apoyo de Aviva, el socio de giras internacionales de la London Philharmonic Orchestra. La formación se presenta regularmente en Norteamérica, Europa y Extremo Oriente, a menudo encabezando los listas de los principales festivales. Las giras de la temporada 2009-2010 incluyen visitas a Alemania, Australia, Francia, China, España –Islas Canarias– y Estados Unidos.
Acogida desde hace mucho tiempo por las industrias de la grabación, la retransmisión y el cine, la London Philharmonic Orchestra emite con regularidad `por la televisión y radios de Gran Bretaña y el extranjero. También trabaja ampliamente con las industrias cinematográficas de Hollywood y el Reino Unido, grabando bandas sonoras para largos record de taquilla que incluyen el ganador del Oscar a la mejor banda sonora, la trilogía de The Lord of the Rings [El señor de los anillos] así como las bandas sonoras de Lawrence of Arabia, The Mission [La misión], Philadelphia y East is East [Oriente es Oriente].
La orquesta también disfruta de estrechas relaciones con los más importantes sellos discográficos y en 2005 comenzó a tomar contacto con nuevos públicos globales con la edición de grabaciones en vivo, de estudio o de archivo en su propio sello discográfico.
La orquesta se acerca a miles de londinenses a través de su versátil programa de comunidad y actividad escolar que tiene su base en Lambeth, Lewisham y Southwark, y que incluyen las agrupaciones derivadas de la orquesta Renga y The Band, su proyecto Foyle Future Firsts de aprendizaje para jóvenes instrumentistas sobresalientes y conciertos escolares y en familia periódicos.

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