recent posts comments tab

sábado, 30 de julio de 2011

El Quinqué - "La sabiduría del pasado" por Elisa Rodríguez Court.


Colaboradores: Elisa Rodríguez Court

EL QUINQUÉ

LA SABIDURÍA DEL PASADO
Parece cierto: se llega tarde al pasado, pues solo podemos verlo desde el futuro. Y en cuántas ocasiones se advierte que en el tiempo pretérito somos más sabios. No se trata de una actitud nostálgica, romántica ante el pasado, sino de reconocer que no hay mayor ceguera que la visión sometida ya a la fuerza abarcadora de la costumbre. Es lo que he pensado, mientras leía una deliciosa crónica periodística, recibida por correo, sobre el primer choque de coches en Caracas. Fue escrita hace 98 años, tiempo de nuestros antepasados más cercanos.  

Sorprenden el bello estilo y la advertencia de su contenido. He aquí algunos de sus pasajes memorables que, salvando las distancias espacio-temporales, parecen hablarnos a los ojos: “A las once y media de la mañana, cuando el Dios Febo estaba en su esplendor, dos de esos vehículos de motor que llaman impropiamente automóviles (…), y que andan por esas calles a 15 y hasta a 20 kilómetros por hora, tuvieron un encontronazo nada menos que en el ombligo de la ciudad. (…) Este espectáculo, casi terrorífico, no se había visto jamás en la Capital y puede afirmarse, sin cometer pecado, que toda Caracas desfiló por las Gradillas a mirar el estado en que por justo y merecido castigo quedaron los dos coches. (…) Y ahora nos preguntamos: ¿Es esto civilización? ¿Podrá seguir tolerando toda una ciudad que corran por sus calles, como almas que se lleva el Diablo, flamígeros aparatos de hierro? ”. Seguidamente, tras denunciarse el negocio con coches, se propone que a “esos aparatos solo se les permita circular por los caminos y que se les marquen  zonas de salida y llegada en los extramuros de la ciudad”. Se defiende la conservación del hermoso aspecto de la ciudad, “en donde los coches de caballos van y vienen sazonando la vía con los agudos dichos del cochero y las travesuras fisiológicas de las nobles bestias” , comparándose a “esos aparatos satánicos” con “el carro de fuego en el que el profeta Elías desapareció con dirección al cielo.”

0 comentarios:

Publicar un comentario